.. El bambú japonés tarda años en brotar, su semilla queda bajo la tierra esperando el tener sus raíces firmes, las mismas que le permitirán sostener el crecer 30 metros en un par de meses.
..una semilla de esperanza puede
permanecer mucho tiempo sin germinar, solo esperando el momento oportuno para
convertirse en una realidad., pueden pasar muchos inviernos y primaveras sin dar señales de nueva vida y
finalmente, a veces cuando pareciera que ya nada es posible, emerger con fuerza
a la vida.
Es tan fácil creer que hemos
plantado nuestra esperanza en tierra árida, que a veces abandonamos la
espera y damos la espalda justo en el instante
en que brota nuestro sueño. La
inseguridad es el peor de los abonos, la esperanza se protege y no germina, los
sueños no crecen cuando están rodeados de dudas y temores., necesitan como el bambú
japonés, raíces fuertes para sostenerse en pié. Siempre he creído que mientras más grande un
sueño o un anhelo, mas frágil es, mas fácil es cometer el error de nosotros
mismos impedir que se haga realidad. A
veces, cuando agacho la cabeza, cansado de tanto mirar al cielo por una señal,
me doy cuento que Dios no me muestra nada en las alturas, pareciera que de esa
manera me obliga a mirar adonde planté la esperanza, me hace abrir los ojos y buscar donde ese brote se abrirá paso a
la vida... En estos días de invierno, pareciera que uno de los milagros que espero
aparecerá de pronto... mantengo mi cabeza agachada, no por señal de abandono,
sino por confianza y seguridad en lo que ha dispuesto para mi Padre. La
primavera está cerca.
Hay quienes buscan seguridad, se aferran casi con angustia a esa
búsqueda y cierran los ojos y el corazón por temor, no se dan cuenta que de esa
manera no es posible ver que ya tienen lo que buscan. No debemos dudar, no debemos
permitir que los miedos y los temores destruyan nuestras esperanzas. Puedes darte cuenta que cuando te sientes
amado, es cuando te sientes seguro. Que
cuando actúas desde el corazón y desde el amor, todo siempre estará bien. La
esperanza brotará cuando estés preparado para cuidar de tu sueño, no antes…
Puede que el consuelo llegue cuando logras hacer tuyo el dolor de los
que amas, puede que llegue después del perdón, pero jamás llegará si no lo
acompaña la paz interior que nos regala la fe.
La esperanza no llega ni se va, se lleva consigo siempre si tenemos fe y
aprendemos a creer.
(fog.)
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