lunes, 23 de julio de 2012

Semilla de esperanza..


.. El bambú japonés tarda años en brotar, su semilla queda bajo  la tierra esperando  el  tener sus raíces firmes, las mismas que le permitirán sostener el crecer 30 metros en un par de meses.



..una semilla  de esperanza puede permanecer mucho tiempo sin germinar, solo esperando el momento oportuno para convertirse en una realidad., pueden pasar muchos inviernos  y primaveras sin dar señales de nueva vida y finalmente, a veces cuando pareciera que ya nada es posible, emerger con fuerza a la vida.

Es tan fácil creer que hemos plantado nuestra esperanza en tierra árida, que a veces abandonamos la espera  y damos la espalda justo en el instante en que brota nuestro sueño. La inseguridad es el peor de los abonos, la esperanza se protege y no germina, los sueños no crecen cuando están rodeados de dudas y temores., necesitan como el bambú japonés, raíces fuertes para sostenerse en pié.  Siempre he creído que mientras más grande un sueño o un anhelo, mas frágil es, mas fácil es cometer el error de nosotros mismos impedir que se haga realidad.  A veces, cuando agacho la cabeza, cansado de tanto mirar al cielo por una señal, me doy cuento que Dios no me muestra nada en las alturas, pareciera que de esa manera me obliga a mirar adonde planté la esperanza, me hace abrir  los ojos y buscar donde ese  brote se abrirá  paso  a la vida... En estos días de invierno, pareciera que uno de los milagros que espero aparecerá de pronto... mantengo mi cabeza agachada, no por señal de abandono, sino por confianza y seguridad en lo que ha dispuesto para mi Padre. La primavera está cerca.

Hay quienes buscan seguridad, se aferran casi con angustia a esa búsqueda y cierran los ojos y el corazón por temor, no se dan cuenta que de esa manera no es posible ver que ya tienen lo que buscan. No debemos dudar, no debemos permitir que los miedos y los temores destruyan nuestras esperanzas.  Puedes darte cuenta que cuando te sientes amado, es cuando te sientes seguro.  Que cuando actúas desde el corazón y desde el amor, todo siempre estará bien. La esperanza brotará cuando estés preparado para cuidar de tu sueño, no antes…

Puede que el consuelo llegue cuando logras hacer tuyo el dolor de los que amas, puede que llegue después del perdón, pero jamás llegará si no lo acompaña la paz interior que nos regala la fe.
La esperanza no llega ni se va, se lleva consigo siempre si tenemos fe y aprendemos a creer.

(fog.)

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