CANTOS DE
GALLOS
Oscuridad bendita
Obligaste a mis manos
Condenaste a mi boca
Aprender a ciegas
Su cuerpo desnudo
Suaves, reposadas
En vientre, pechos, espalda
Sumidas en cálida piel
Duermen mis caricias.
Entre muslos tibios,
Carceleras columnas de pasión
Yacen encadenadas mis ganas
Atrapadas mis ansias,
Mil veces mi aliento
Quemó su garganta
Enredado entre risas
Y alborotados cabellos
En sus labios guardé mi alma.
Convertimos horas infinitas
En miradas, besos, caricias,
Entregados a sueños
Arropados de callada ternura
Su respirar me despertó al alba
Y una vez más entre arrugadas
sábanas
Y cantos de gallos
Fueron sus muslos mis carceleros
Y yo... su encadenado amante...
FEDERICO OTTH GARCIA
Noviembre
2012
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